Cuando Dios está por joder...

...Obviaré la segunda frase del dicho, o por lo menos no dejaré evidencias de su relación con el título. O quizás si; dependerá de mi estado de ánimo, en estos momentos más oscilante que el Dragon Khan "a toda flecha", que dice una que yo me sé... En momentos de crisis, en los que buscas la máxima concentración para realizar el trabajo, puesto que multitud de distracciones parecen acechar cuando más necesitas rendir, aparece el mal fario, la mala suerte y la famosa coletilla: "Todo nos tiene que pasar a nosotros, o que?". Bien, he de decir que así es. Cuando hay algunas cosas salidas de madre, suceden otras que, en cualquier otro momento de tu vida, no tomas en la consideración en que las ves desde tu momento de crisis. "Encristado" como te encuentras, cada cosa que ocurre, parece tres veces más problemática, aunque sea una nimiedad como no tener pan del día porque olvidaste comprarlo (por no poner ejemplos reales que no vienen al caso en estos momentos). El último recorte del destino gafe que me sobrevuela (por una temporada, espero), ha sido la pérdida de nuestra querida Mercedes (Benz MB160, que no quiero que nadie se alarme). Yo lo llamo gafe, alineación de planetas. En realidad no es nada de eso. Pensándolo fríamente, ya le tocaba... veinte años "cosidos a retazos", conducida por manos que, en algunos casos deberían llevar calcetines...

No es mal fario...es, si lo trasladamos al lenguaje de las especies... evolución, tiempo vital...y, aunque en este caso, a la furgoneta le tocase, o unos meses atrás, mi "Gato" no pudiese alcanzar las siete vidas a las que debía su bautizo, y fuera cuestión de tiempo que terminase en una cuneta entre Marracos y Piedratajada, y un servidor recogiendo neumáticos y plásticos de, lo que el gobierno de Aragón denomina carreteras... Un poco de mala suerte si que hay, cuando estos hechos, de una manera u otra previsibles, se alían para conseguir una cronología perfectamente menstruada de siniestros en un año. Mi coche tenía la difícil tarea de sobrevivir dos años, pero la furgo... debía aguantar sólamente medio añito más. Pero quién iba a imaginar que... Hasta los Santos se la menean.