
un güisqui amigo, compañero en cualquier terna que surgiese... Veinte años fiel a la mano que lo sostenía, a la mano que, en las largas noche de invierno mientras era torturado con esos cubos transparentes como venidos del polo, le proporcionaba calor... y sorbo a sorbo, lo introducía en mi estómago para después de transformado devolverlo a la cruda realidad exterior, en cualquier callejón que se preciase. Estoy poniendo fin a esta casual amistad que nos unía los fines de semana para no volvernos a dirigir la palabra los días laborables. Nos separábamos durante seis días, pero al llegar el sábado, nuestra amistad renacía con gran fuerza, casi diría que obsesiva, posesiva, celosa... He puesto fin a esta amistad interesada, y quizás de vez en cuando, cuando lo vea por la calle, lo salude, otras veces no... Si, parecerá hipócrita, parecerá más interesado que nunca, pero nunca he sido alguién que quiera vivir atado a algo. Debía romper vínculos de cercanía... y aunque haya "otras formas de sufrimiento", como me dijo un amigo, prefiero sufrir el no tener que sufrir la resaca dominical, el bajón del lunes y el hígado hecho trizas...
2 comentarios:
A tu salú!
brindo contigo.... caiga quien caiga brindo con la amiga duermevela...
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