Acerca de Telarañas...

Sin la ayuda de blogeros consumados,
sin alardes de saber que hay entre manos,
sin enlaces musicales y sin videos,
sólo letras, verso y prosa depravados.

Sin fotos de vacaciones recientes,
sin tutear a los desconocidos,
sin chaquetas de cuero, rebecas de lino,
sólo tertulianos, locos inconscientes.

Sin incidir mucho en lo profesional,
sin contar penurias de lo acontecido,
sin rezar cual monja, lo que no he vivido,
sólo presunciones, nada personal.

Sin entrar al trapo de los que critican
sin otra intención que la de humillar,
sin contar visitas hasta hacer millar,
sólo diversión, no escribir por publicar.


domingo, 21 de septiembre de 2008

Bájate de los altares del narcisismo,
de la falsa apariencia del finiquito
que firmas con impaciencia,
contra ti mismo.
Olvídate de las sombras del ostracismo
en que te sumerges.
Acuérdate de aquel tiempo vivido,
de aquel tiempo perdido,
de aquellas horas frente a tu frente
en un espejo, donde delatas a tu consciencia,
donde despiertas de la inconsciencia
del virtuosismo.
De esa falsa dolencia que has adquirido,
de ese quiero y no puedo,
de ese poder prohibido que es la decencia,
o la indecencia.
Cuan forajido escapas de tus amores,
y buscas en tus amantes lo que diste por perdido
en quien te dio su alma a cambio de nada,
en quien confió en casos perdidos.
En quien desvió su camino por ayudarte,
que hizo de lazarillo
ante la ceguera que promulgaste que tenías,
que padecías, que adolecías …
Aprende que la confianza
que otros te ofrecen cuesta ganarla,
y un movimiento fuera de tono,
basta para volver desconfianza
cuanto hubieras obtenido.

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Repetir no es redundar, que es reiterar.

Reitero que lo que pienso, es redundar en lo que repito, y si repito lo que redundo y redundo en lo que pienso, reitero lo que no digo.