
Tras una faringitis aguda que me ha mantenido en cama cuatro largos días, regreso un lunes, tras la resaca liguera, tras una jornada más en la que el Barça, menos perfecto y más efectivo, sigue un punto por delante del Madrid, más equipo, quizás a costa de un Atlético, que se empeña en darles ventaja cada vez que los merengues se desplazan desde Concha Espina al Paseo de los Melancólicos. El Atlético de Madrid me recuerda a aquellos partidos de patio de colegio, en que uno de los dos equipos, sorteados a pares o nones, era infinítamente mejor al otro, y como medida de consuelo y ecuanimidad, les otorgabas dos goles de ventaja, y en lo que duraba el recreo, quince minutos, el equipo supuestamente más potente, debía remontar un cero a uno, o un cero a dos, dependiendo de la desigualdad de fuerzas tras el sorteo de equipos. El Atlético de Madrid, debería darse cuenta que él es el que debe pedir la ventaja inicial, y no darsela al Madrid, tras once años incapaz de doblegar al equipo vikingo. Ya puede jugarse Agüero en el derbi la pelvis, ya puede Forlán subir y bajar de las nubes, ya puede toda la afición rojiblanca acampar en la ribera del Manzanares... Qué este equipo, anteriormente Atlético de Aviación, seguirá infartando los corazones de su hinchada, en los dobletes y en los infiernos. El Barça, por otro lado, va perdiendo superioridad en los partidos, no superioridad posesional, sino superioridad jerárquica del partido, y los rivales, en mayor o menor medida se van subiendo a las barbas de Piqué o las "greñas" de Puyol o Chygrynskiy, y el Barça, sin Xavi, sin Andrés, y sin Messi, desarbola al Mallorca a base de Pedrito, o Don Pedro, imberbe, al que por ahora no se le sube ninguno, ni a las barbas, ni a la chepa. Ocho goles y haciendo dudar a los directivos culés de si fichar a Robinho o mejor invertir en un centrocampista para cuando los africanos se vayan a su torneo continental de selecciones. El Valencia se mantiene arriba a costa de un Zaragoza bisoño lejos de su Romareda, el Sevilla tira de garra para remontar al Vila-Real y frenar su remontada,redundando en la expresión, el Depor sin ser súper, está en las posiciones en las que lo fué, y este lunes ventoso, desapacible, con la mirada puesta en repescas mundialescas de algunos internacionales, otras, giran a un Chamartín expectante de espíritus Juanito, de Madrid de grandes remontadas, para superar el cuatro a cero que el Alcorcón le endosó en el Municipal de Santo Domingo hace apenas quince días. Feliz semana.
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