
El sábado, en una conversación, un chaval de veintitres decía que había un montón de tías en la fiesta, pero que eran algo mayores... tenían treinta o treinta y dos años. Yo pensaba que a los tíos siempre nos han gustado las de treinta. Treinta es la edad perfecta de las tías. Cuando teníamos dieciocho años nos mirábamos a las de treinta y decíamos: -¡Joder!, cómo están las de treinta. A los treinta, nos siguen gustando las de treinta. Y a los que tienen cuarenta, cincuenta o más... les ves como se les escapan las miradas, a veces miradas normales, a veces lascivas, a veces verdes... a las mujeres de treinta. Pero a este chaval le parecían mayores...
al empezar la noche. Después, cambió la impresión que al principio tenía.
3 comentarios:
Me gusta esto.
Muy bueno. Yo creo que el de 23 debe ser el mismo que estas fiestas nos llamo a mi amiga y a mi "maduritas interesantes"...Será cabrón??!!
Qué bueno...a mi también me llamaron hace muy poco: Morenaza madurita...y me sentó fatal...que cabrón!...pero a mis 38 ya quisieran muchas de 20...
Cómo diría sabina... Amis cuarenta y pocos tacos ya ves tú... igual sigo de flaca... jajaja... esta juventud...
Publicar un comentario